de cada año, se inician los preparativos para la elaboración de planes y
presupuesto del año venidero. Al respecto, nos permitimos
presentarle algunas consideraciones que creemos deben ser incorporadas dentro
del proceso de formulación presupuestaria que adelanta nuestra Institución para
el 2021.
Si bien es cierto,
que la estimación de los recursos presupuestarios siempre debe
realizarse tomando en cuenta los planes, parámetros técnicos y
teóricos establecidos para su formulación, también deberán ser lo
suficientemente flexibles para permitir los ajustes que fuesen necesarios en
función de las circunstancias que se presenten, debido al alto nivel de
incertidumbre en el cual estamos todos inmersos, especialmente por los efectos
colaterales que ha causado y que puede seguir causando la pandemia del COVID
19, a lo cual se suma la crítica situación económica de nuestro país, que
incrementa aún mas, la merma experimentada en la calidad de vida del
trabajador jubilado. Es por ello, que se hace necesario, en la mejor
forma posible, que se garantice la sustentabilidad de los beneficios de este
personal y que se asegure la igualdad de los mismos permitiendo que las
estimaciones sean más realistas y cónsonas con la situación presente que nos
hace pensar que el futuro puede ser más incierto.
Igualmente,
recomendamos que para el Fondo de Pensiones se realice una
programación financiera de aportes que aseguren su existencia para los
jubilados futuros y que garanticen las pensiones presentes en igualdad de
condiciones del personal activo, como estaba establecido hasta el 1º de
septiembre de 2018, cuando se instrumentó “la política de achatamiento de la
escala salarial”. Sería conveniente, estimar las pensiones futuras
sobre la base de estudios actuariales que garanticen la viabilidad financiera
de las jubilaciones hasta la muerte del último sobreviviente.
Adicionalmente a
la recapitalización del Fondo de Pensiones le detallamos
algunos aspectos que consideramos prioritarios para que sus estimaciones
presupuestarias sean justas ante la realidad que afrontamos:
PREVEER recursos para restituir las escalas
salariales a los niveles existentes antes del ajuste realizado el 1º de
septiembre 2018, cuando se instrumentó el llamado “Achatamiento de las Escalas
Salariales”. Igualmente restituir la homologación de
los grados de los cargos con los que se jubiló este personal, los cuales fueron
modificados en forma desfavorable y no cónsona con la política salarial
sostenida por el BCV hasta la fecha del citado achatamiento.
MANTENER la actualización de las coberturas de
los planes de salud (HCM, FRAMO Y ASISTENCIA FUNERARIA) en correspondencia con
la variabilidad de los costos de estos servicios, los cuales deben continuar
con las alertas de concientización adelantadas por la Gerencia de Seguridad y
Salud en el Trabajo sobre del uso racional, consciente y responsable de estos
importantes beneficios.
CONTINUAR fortaleciendo el Centro de Atención
Preferencial al Trabajador Jubilado, instalado en el Edificio Edoval con la
incorporación de los servicios en iguales condiciones como se prestan al
trabajador activo en las instalaciones del Instituto. Al respecto,
está pendiente la activación de los servicios de odontología, rehabilitación,
especialidades médicas tales como reumatología y neumología muy importantes
para el adulto mayor. Estamos conscientes de que su apertura dependerá en mayor
medida de la vuelta a la normalidad del país, pero que cuando esto suceda debe
ser para el bien de todos los trabajadores.
HOMOLOGAR a 130 días el Bono Social
Complementario para el trabajador jubilado como un acto de equidad y justicia
social, pero sobre todo tomando en cuenta los limitados ingresos que tiene el
personal jubilado.
ACTUALIZAR los montos de los emolumentos de
Subsidio Familiar, Matrícula Escolar, Bono de Mantenimiento de Ciudad, en
correspondencia con la realidad de los costos del momento
ACTUALIZAR el Bono Recreacional utilizando un
mecanismo idóneo y justo para su asignación a los fines de evitar situaciones
absurdas como la ocurrida este año 2020, en el cual recibimos el mismo monto en
Bolívares del año 2019, sin siquiera tomar en cuenta el índice de inflación
existente entre un año y otro.
INCREMENTAR los programas de suministro y venta de
alimentos, los cuales son parte de la política de bienestar para la población
de trabajadores, como un mecanismo para compensar su debilitado poder
adquisitivo
OPTIMIZAR la mejor atención a nivel
organizacional para la población de pensionados sobrevivientes.
La mayoría de todos
estos aspectos, tienen una premisa común: equiparación de los
beneficios en igualdad de condiciones que los trabajadores activos, derechos
ganados en muchos años y que hemos perdido parte de ellos a partir del 1º de
septiembre de 2018, en consecuencia llamamos a su reconsideración y enmienda de
un error que nunca debió suceder, sobre todo en la población de jubilados que
es la mas vulnerable en muchos aspectos.
Atentamente,
Asociación de Jubilados del
Banco Central de Venezuela
América de Schwarts
Presidente
cc. Doctor Calixto Ortega
Sánchez- Presidente
Dra.
Sohail Hernández Parra - Primer Vicepresidente