Noticias

EDITORIAL PANDEMIA Y CUARENTENA

Noticia ASOJUBCV 28-03-2020

Cuarentena es tiempo de aislamiento o recogimiento total, es encierro, precaución y cuidados extremos para afrontar una enfermedad. Pandemia, es la propagación de una enfermedad muy contagiosa en muchos países del mundo.

En estos momentos todo el planeta se enfrenta a una pandemia producida por el Coronavirus o Covid-19, que nos lleva a cumplir una cuarentena multinacional, obligatoria y justa, durante la cual debemos respetar las instrucciones y mantener los cuidados adecuados, porque ninguno de nosotros está exento de ser contagiado, si no se cumplen las normas pertinentes.


Sabemos que a muchos les da por angustiarse, deprimirse, culpar al mundo, maldecir a otros países que suponen crearon el virus, no obstante, esto solo incrementa emociones negativas, las cuales disminuyen las fuerzas y bajan las defensas. Es mucho mejor enfocarse en lo que puedes controlar, no difundas noticias calamitosas, ni imagines cosas que aún no han sucedido. Enfócate en lo positivo para afrontar este desafío con calma, manteniendo firme nuestra fe, sin dejar a un lado nuestra responsabilidad de cuidarnos y cumpliendo con todas las indicaciones de aislamiento. Es necesario aprovechar el tiempo para hacer las cosas que tengamos pendientes, limpiar las bibliotecas, los closets, desechar lo que se pueda, romper papeles que ya no sirven, sacar la ropa que no usamos, hacer algunos ejercicios, desarrollar la creatividad.

 

También tendremos tiempo para reflexionar, orar y meditar. Reflexionar es el examen detenido que hace el alma de una cosa o de un momento, es igual a una introspección, por eso se dice “reflexionar antes de actuar”, lo que es igual a pensar antes de obrar. Orar es hablar y cuando haces oración, hablas con Dios. Meditar, es reflexionar y orar al mismo tiempo, es la aplicación del espíritu en un momento determinado. Cuando meditas escuchas a Dios.


Estos momentos son propicios para la reflexión, oración y meditación. Pensemos que hemos hecho en nuestras vidas por los demás y por nosotros mismos, al mismo tiempo, debemos pensar que nos falta por hacer y que tenemos pendiente, es un buen momento para hacer una lista de todo eso que queremos y podemos realizar. Analicemos la vida que hemos tenido, lo que tenemos y hemos logrado con nuestro esfuerzo, cuanto hemos disfrutado y lo que hemos padecido, cómo lo hemos resuelto. Después, demos gracias a Dios por toda su bondad, por todo lo que nos ha dado, por las familias que tenemos, los amigos, los vecinos, el trabajo y todo lo material que hemos tenido, poco o mucho, lo logramos con el esfuerzo puesto en ello.


Nos sorprenderemos de ver que Dios ha sido generoso, sin juzgar si es abundante o escaso, piensa que hay más que agradecer que reprochar. Es importante este análisis porque vamos a salir de esto, tal vez porque Dios nos dará otra oportunidad de ser más humanos, y cuando todo esto pase, los que logremos sobrevivir, no seremos los mismos. Creo que apreciaremos más nuestro día a día, el compartir con la familia, con los amigos y todos los que nos rodean, se llorará por los muertos, pero el aislamiento nos hará comprender cuál será nuestra misión futura y como continuar nuestras vidas siendo mejores personas. Se tomarán nuevas decisiones, se tendrá otra visión y forma de vida y quizás con mente y sentimientos diferentes, el mundo cambiará completamente, para asegurar la continuidad de la humanidad.


Es tiempo de transformación, de cambios de conductas que originen un mundo distinto donde exista un nuevo orden al que debemos adaptarnos. La cuarentena y la pandemia nos llevan a un verdadero aprendizaje. Una experiencia que nos ayudará a ser más conscientes, más positivos, menos egoístas o egocéntricos, y sobre todo, a pensar más en aquellos que nada poseen. Igualmente, este proceso nos lleva a entender que el dinero no lo es todo, sirve para resolver muchísimos problemas, pero no es lo principal, ni es la mejor forma de llegar a Dios.


Nos corresponde afrontar esta situación con unidad, con compasión hacia los demás, los que gozamos de buena salud y seguridad en nuestras familias y seres queridos, considerémonos bendecidos. Aprendamos las lecciones que están detrás de toda esta crisis, mantengamos firme nuestra fe, con calma y mente positiva para poder enfrentar este desafío. Muchos de nosotros hemos vivido alejados de Dios, hoy ante el peligro que nos acecha, ante la amenaza que significa esta pandemia, nos acordamos de El y comenzamos a pedirle que nos proteja, que nos cuide y que nos libre del contagio, pero estas son oraciones que emanan del miedo, y no es tiempo para tener miedo, si no de decir a Dios: yo te amo y te agradezco todo lo que has hecho por mí y todo lo que recibo de ti, gracias padre!


También es oportuno recordar la oración de Santa Teresa:


“Nada me turba


 Nada me espanta


Todo se pasa


Dios no se muda


La paciencia todo alcanza


Quien tiene a Dios, nada le falta


Solo Dios basta”

 

¡Mis bendiciones para todos, y cuídense mucho!

 

América Schwarts 


27 de Marzo de 2020