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MENSAJE DE FIN DE AÑO

Noticia ASOJUBCV 03-01-2022

Termina el año 2021 y continuamos con la incertidumbre de un futuro incierto, fue un año largo para unos, para algunos resultó corto y para otros solo hubo un final inesperado.

    Creo que el año se nos pasó rápido, pero fue realmente malo, diríamos que terrible, sin embargo creo que nos deja una gran experiencia de vida. Para muchos es difícil resistir el encierro y aislamiento al cual nos obliga la Pandemia; sin embargo, hemos tratado de permanecer más cerca de todos ustedes utilizando todos los medios de comunicación que hoy podemos disponer, los cuales nos han permitido cumplir con la Misión Principal de la Asociación de Jubilados del Banco Central de Venezuela, la cual no es otra que “el estudio, defensa, desarrollo y protección de los intereses y el mejoramiento económico, social, cultural y moral de sus afiliados y defender los derechos consagrados en las leyes que nos amparan”. No ha sido nada fácil, pero contamos con la actitud positiva, la perseverancia, insistencia y resistencia de la mayoría de los miembros de la Junta Directiva que actuando con desprendimiento, profesionalismo y sin intereses personales trabajan en pro de un colectivo formado por seres humanos de diferentes razas, religiones y creencias.

     

    Siempre les he dicho que toda la Asociación, su Junta Directiva y miembros son un cuerpo, donde yo solo soy la cabeza y les repito un cuerpo no anda solo con cabeza, necesita brazos que ejecuten y piernas que caminen.

     

    Los Jubilados, junto con el personal activo del Instituto constituimos lo que solemos llamar “Familia Bancentralista”. 

     

    Hoy, a pesar de que tratan de aislarnos seguimos formando parte de esa gran familia con el mismo Amor y Lealtad, y son estas cualidades las que nos permiten seguir trabajando con Honestidad, Solidaridad, Respecto, Participación y Responsabilidad en favor de una colectividad tan disímil, pero esmerándonos en hacer siempre lo debido y lo correcto.

     

    Hoy la situación es otra, desafortunadamente este año ha sido trágica porque se llevó a muchos familiares, amigos y compañeros jubilados, enterramos a nuestros muertos sin velorios, los despedimos en silencio y nos sentimos impotentes ante la realidad de estar presos y no poder expresar a familiares y amigos nuestra pena o dolor por sus pérdidas. Todo esto nos causa angustia, miedo, rabia, dolor, incertidumbre ante un futuro que no sabemos cuál será.

     

    Durante todo este año, nuestros sentimientos han ido de un extremo a otro, hemos llorado por los muertos y aplaudido y gritado de alegría por los que han sanado y observamos que de una gran tristeza y preocupación ha surgido una gran solidaridad prestando ayuda a quienes la necesitan. Pienso que todo esto, ha sido una gran lección de vida que nos permite crecer y llenarnos de conocimientos que antes ignorábamos especialmente sobre salud, epidemias, tecnologías, virus y sus respectivas mutaciones, anticuerpos y expresamos con gran propiedad términos médicos como si fuésemos expertos en la materia.

     

    Todos los que somos sobrevivientes de esta situación tan negativa que nos ha tocado vivir, tenemos derecho a expresar nuestros sentimientos a añorar los abrazos, los besos y las caricias que se nos niegan por temor al contagio.

     

    Este fin de año debemos pensar en algo distinto al pernil, la hallaca o la ensalada. Si aún estamos vivos es porque alguien nos necesita y solo nos queda una palabra por decir y es GRACIAS. Seamos agradecidos por todo lo que nos llega, bueno o malo, seguimos con vida y debemos agradecer por ello. El tiempo lleva una velocidad impresionante ya estamos comenzando el año 2022 y es importante revisar qué hemos hecho y qué cambios hemos sufrido, hacia donde queremos seguir y hasta donde vamos a llegar y saber cuál es nuestra próxima meta.

     

    Protejamos nuestra Asociación, que nos permite permanecer unidos y sentir que a pesar de la distancia existe la Solidaridad, la Amistad, el Respeto y la Hermandad que hacen posible la Armonía y Unión de una Gran Asociación.

     

    Les doy las gracias a todos ustedes por haberme permitido ser la guía de esta tarea que no ha sido nada fácil pero de la cual me siento muy satisfecha. Gracias a mis compañeros de la Junta Directiva por todo su esfuerzo y trabajo, sin ellos no se hubieran hecho realidad muchos logros y doy Gracias a Dios por sus bendiciones que pido se extiendan a todos los miembros de esta Asociación y a todos sus familiares.

     

    Gracias a la Autoridades del Banco Central de Venezuela por haber sido receptivos a muchas de nuestras solicitudes muy especialmente en el área de Salud y les recordamos que los Jubilados somos parte de esta Venezuela emergente, comprometidos en la transformación necesaria, con suficientes reservas morales y espirituales y que no cerramos los cauces de la esperanza en un futuro mejor.

     

    FELIZ AÑO 2022.

     

    Si nos fatigamos y luchamos es porque tenemos la esperanza en Dios vivo que es el Salvador de todos los Hombres” (1TIM 4, 10) 

     

     

    América de Schwarts